Nos encontramos ante un colectivo de personas con unas necesidades de ayudas intensas y generalizadas que necesitan ser cubiertas. Nuestros residentes son personas dependientes de su entorno, tanto para satisfacer sus necesidades físicas (actividades de la vida cotidiana: aseo, vestido y alimentación) como sus necesidades emocionales (necesidades de apego, cariño, comprensión, etc.) además de depender igualmente del proceso de aprendizaje y el posterior mantenimiento de las habilidades adquiridas.
Dichas actividades asistenciales son llevadas a cabo diariamente siguiendo un reparto horario de mañana, tarde y noche. Quienes ejecutan dichas tareas son los cuidadores del centro bajo la supervisión de las personas responsables del grupo, además del equipo técnico.
Disponemos de cinco talleres en el centro cuya distribución de residentes se basa en el nivel de desarrollo y capacidades de los mismos. De igual forma, según esta distribución y las necesidades que se precisen, está distribuido el personal de cuidadores responsables de los residentes, tal y como a continuación se detalla, desde el taller cuyos residentes están en sillas o encamados, terminando en el taller donde los residentes son más autónomos:
